La confesión ayudó a millones de personas durante miles de años a sobrellevar la carga de las metidas de pata; aquellas cosas que sería mejor nunca haber hecho, o dicho. Hoy ya no hacemos eso, rara vez siquiera reconocemos nuestros errores. Hemos dejado de experimentar la libertad de no ser “perfectos”, quitarnos las máscaras del alma y hablar de aquello que no nos enorgullece.
No sé si alguien vaya a hacerlo, pero este espacio está abierto para recibir confesiones. Si quieres escribir algo sobre ti, hazlo dejándolo como un comentario en este post; firma con un seudónimo. Si no quieres que se publique, envíanos un e-mail: misioncalle@gmail.com y alguien lo leerá y punto; o puedes enviar al e-mail tu confesión para que la publiquemos nosotros por ti, no sé, como te sea mejor, propón tú una idea.
Y nada de moralismos ni lecciones de modales, nada de escándalos, correcciones ni censura; que lance la primera piedra el que esté limpio, el puro, el juez.
Si crees que te va a hacer bien, no lo pienses más: habla.
Supervivo 
Confieso:
a veces siento envidia de otros y es algo q no quiesiera tener!!!!… Why?… Siento q no soy capaz de poder hacer algo good…!!!
¿Qué hago contigo, maldad? Eres fuerte, persistente, luchas en contra mi cada día. No duermes. A veces consigo disimularte, te escondo tras normas, modales y erudición. Pero al menor descuido me asaltas, no desde afuera, sino desde tu morada, desde mi corazón. Me derrotas, tomas el control, sacas el monstruo que habita en mi interior: yo mismo.
¿Qué hago contigo? Quiero vencerte. Quiero encontrarte y extirparte, no afuera (aunque también), sino adentro, en tu morada, en mi corazón. Aunque siempre me llevas a culpar a otros por mis errores. Tu raíz es espiritual, lo sé porque un espíritu me lo dijo, ya no me engañas. Eres mía solo mía, nadie más te alimenta, solo yo.
Ahora voy pa’lante, a cambiarme, a mejorar. Y no voy solo (no podría), como te dije, ando con un espíritu ahora: tu antítesis, tu peor pesadilla. ¿Sabes qué significa eso? ¡que vas a morir, víbora! Te voy a matar de hambre, de sed. Morirás en el exilio. Será una muerte dolorosa y lenta, para ti, y para mí.
Pero, como te dije, no ando solo. Y busco llenarme cada día de un poder divino, sobrenatural. El poder de pedir perdón, y perdonar.
Desde hace una semanas me chocaba la parte de ser cristiano de amar a mi projimo como a mi mismo, pero hoy lei el correo que les pongo a continuacion y realmente esto a cambiado algo en mi maquinaria, espero les sirva.
En una reunión mundial de ministros de diferentes denominaciones se concluyó que la religión musulmana es la que más crece en el planeta especialmente entre los grupos minoritarios.
El mes pasado asistí a la clase de entrenamiento requerido para mantener mi status de seguridad en el Departamento de Prisiones.
Durante la reunión hubo una presentación por tres disertantes: uno Católico, uno Protestante y un Musulmán, quienes explicaron sus creencias.
Me interesaba sobre todo lo que el Imán islámico diría. El Imán hizo una completa y gran presentación de las bases del Islam incluyendo vídeos.
Después de las presentaciones se concedió tiempo para preguntas y respuestas.
Cuando llegó mi turno pregunté al Imán:
“Por favor y corríjame si me equivoco, pero entiendo que la mayoría de Imanes y clérigos del Islam han declarado la Yihad (guerra santa) contra los infieles del mundo. De modo que matando a un infiel (que es una orden para todos los musulmanes) tienen asegurado un lugar en el cielo. Si así fuera el caso… ¿ Puede usted darme una definición de infiel? ”
Sin discutir mis palabras contestó con seguridad:
“ Son los no creyentes ”.
A lo cual contesté:
“ Permítame asegurarme que le entendí bien. A todos los seguidores de ALÁ se les ha ordenado matar a todo el que no profese su fe para poder ir al cielo? ¿Correcto? ”
La expresión de su cara cambió, de una con autoridad, a la de un muchacho hallado con la mano en la lata de galletas. Avergonzado, contestó:
“Así es ”
Agregué: “ Pues bien, señor, tengo un verdadero problema tratando de imaginar al Papa Benedicto XVI ordenándole a todos los católicos matar a todos los Islamicos o al Dr. Stanley ordenando a los protestantes hacer lo mismo para ir al cielo ”.
El Imán quedó mudo.
Continué: “ También tengo otra pregunta, amigo, cuando usted y sus colegas les dicen a sus pupilos que me maten, a quien prefiere usted ¿a ALÁ que ordena que me mate para que UD.pueda ir al cielo o a mi Jesús que me ordena amarlo a Ud. como a mi mismo para que yo vaya al cielo y que desea que UD. me acompañe? ”
Se podía oir la caída de un alfiler cuando el Imán avergonzado inclinó su cabeza.
Debido al sistema de justicia liberal y a la presion del ACLU (Organización Arabe Americana). Este diálogo no será publicado.
Les ruego que lo hagan circular a todos en su lista de contactos.
Rick Mathes
Capellán de Prisiones EE.UU.
«O VIVIMOS TODOS JUNTOS COMO HERMANOS O PERECEREMOS TODOS JUNTOS COMO IDIOTAS».
Martin Luther King
ja!… no había leído esto, pero es algo que ha estado rondando en mi cabeza estos últimos días… me preguntaba ¿por qué al iniciar una conversación con alguien no se empieza por los errores, por lo que no nos gusta? al contrario vamos diciendo una cantidad de cosas lindas, que muchas veces son mentiras (hablo en experiencia propia).
Yo por ejemplo, soy enojosa, egoísta, y me cuesta tener amigos, gracias a Dios por su misericordia, porque o de no! jmm… sería interesante conversar con alguien y empezar por mis horribles errores y más interesante que esa persona descubriera las cualidades y dones que por gracia de Dios puedo tener.
Muy interesante tu punto. Existe belleza en esa libertad de poder mostrarnos al mundo tal cual somos, sin máscaras ni armaduras. Espero que más gente se anime a seguir comentando sus defectos aquí… a fin de cuentas, la confesión nos acerca al perdón.
El hombre Jesús se concentraba poco en los errores, pero prestaba gran atención al corazón de las personas. El corazón bien intencionado es mas importante de que el comportamiento correcto. Los discípulos erraban diariamente, mas el amor por Jesús los hizo desear tornarse seres humanos mejores. Jesús era capaz de gastar tiempo con personas socialmente reprobadas, para enseñarles a los que lo seguían con esas ideas transmitidas por sus comportamientos: “Yo amo incondicionalmente a los seres humanos, aprendan también a amarlos”, “No desistan de nadie por mas que los decepcionen, pues yo no desisto de ustedes”, “Los frágiles juzgan, los fuertes comprenden”, “No valoricen a las personas por la fama, poder político o status social, si no por el corazón, pues si yo optase por la fama y por el poder, ustedes no estarían conmigo”.
Jesús nunca expuso públicamente los errores de los discípulos, aun cuando ellos merecían, pues buscaba formar un “yo” (personalidad pues…) seguro, tolerante, y no un “yo” controlado por la culpa y dominado por la baja auto-estima. Los errores eran tratados en particular, con delicadeza, y los elogios eran hechos en público. Una persona madura elogia mucho más de lo que critica. Conquista primero el territorio de la emoción para después entrar en el territorio de la razón.
Desde el inicio de la civilización usamos métodos violentos. Queremos conquistar primero el territorio de la razón con criticas, disciplina y correcciones, para después conquistar el de la emoción. Fácilmente producimos enemigos y formamos personas frágiles y asustadas. Exponer los errores, apuntar las fallas o detectar actitudes tontas de las personas sin exaltar previamente su valor produce una verdadera invasión.
Quien no es capaz de exaltar previamente los puntos nobles de una persona, hasta los de un niño, no es digno de criticarla. Quien nos es capaz de estimular el “yo” de los otros a ser protagonista de la propia historia no es digno de corregir sus capítulos. Solamente las personas libres contribuyen para generar personas libres.
“No honramos la insondable arte de pensar como ella merece. La comunicación producida por ella es deslumbrante en la esencia y decadente en la aplicación”.
“Quien quiere ver días felices tiene que promover la felicidad de los otros. Quien quiere tener calidad de vida tiene que promoverla en el mundo en que vive”.
Byron! Donde te vengo a encontrar…abrazón! «He aquí mi secreto que no puede ser mas simple, solo con el corazón (la esencia) se ve bien, lo esencial es invisible para los ojos»
A lo mejor Antoine de Sáint-Exúpery no estaba tan lejos de la verdad, si aprendieramos a ver con la esencia, como el Jesús, no joderíamos tanto.